3º Eucaristía

La eucaristía, misterio de fe y de amor

La Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el sacrificio mismo del Señor.

El Señor anunció la Eucaristía durante su vida pública e instituyó este sacramento en la Última Cena.

Concilio Vaticano II, «Nuestro Salvador, la noche en que fue entregado, instituyó el Sacrificio Eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa amada, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de amor, banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura».

En un post en X, el Papa Francisco recordó la solemnidad del Corpus Christi, celebrada en el Vaticanoel pasado 30 de mayo 2024 (Vatican News).

El Papa: La Eucaristía, respuesta de Dios al hambre profunda del corazón humano

«La Eucaristía es la respuesta de Dios al hambre más profunda del corazón humano, al hambre de vida verdadera: en ella Cristo mismo está realmente en medio de nosotros para nutrirnos, consolarnos y sostenernos en el camino».

En el espacio de un post, el Pontífice exalta el valor infinito de la Eucaristía como comunicación directa entre Dios y el hombre, vinculándolo al concepto del hambre. Ya en su homilía del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo de 2020, en San Pedro, el Papa subrayó que la Eucaristía «nos levanta de nuestro cómodo sedentarismo y nos recuerda que no somos solamente bocas que alimentar, sino también sus manos para alimentar a nuestro prójimo. Es urgente que ahora nos hagamos cargo de los que tienen hambre de comida y de dignidad, de los que no tienen trabajo y luchan por salir adelante. Y hacerlo de manera concreta, como concreto es el Pan que Jesús nos da. Hace falta una cercanía verdadera, hacen falta auténticas cadenas de solidaridad. Jesús en la Eucaristía se hace cercano a nosotros, ¡no dejemos solos a quienes están cerca nuestro!», animaba el pontífice.